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Heraldos en Argentina - San Louis Marie Grignon de Montfort
Heraldos en Argentina - Santa Teresa de Lisieux
Heraldos en Argentina - San Juan Bosco
Heraldos en Argentina - Visita al Hospital Zubizarreta
Para los Heraldos del Evangelio, son días de gran alegría aquellos en los cuáles tenemos la oportunidad de visitar a “nuestros hermanos más pequeños”. La visita de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima al Hospital Zubizarreta, ubicado en Villa Devoto, ha sido de gran júbilo para los enfermos como también para los que tuvieron la oportunidad de ver esta hermosa imagen.
La mirada maternal de la Virgen llenó de consolación los corazones de muchas personas que estaban pasando momentos de angustia, ya por su propia enfermedad como por la de sus seres queridos. El Padre Marcelo, capellán del hospital, rociaba con agua bendita a los sufrientes y administraba los sacramentos a quienes los solicitaban.
La imagen visitó todos los enfermos del hospital y después se dirigió a la capilla del mismo, donde se celebró la Santa Misa.
Agradecemos al P. Marcelo, a los voluntarios del hospital, y a los que nos acompañaron, por este apostolado, que nos hace ver el mismo rostro de Jesús en el padecer de nuestros hermanos.
Heraldos en Argentina - Bicentenario de Argentina
En este día que se celebran los primeros 200 años de la Nación Argentina, los Heraldos del Evangelio queremos invitar a rezar a todos los argentinos, y también a aquellos que no lo son, la Oración por la Patria compuesta por la Conferencia Episcopal Argentina, en acción de gracias por todos los dones con que la Providencia favoreció este país y para pedir que la Virgen de Luján lo cubra siempre con su manto.
Oración por la Patria.
Jesucristo Señor de la historia, te necesitamos.Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza.Queremos ser nación,una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda.Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Heraldos en Argentina - Oremos por la Patria
Heraldos en Argentina - Santa Julia
Dentro de las conmemoraciones de las fiestas patronales de la parroquia Santa Julia, desde el 13 de mayo, diversos sacerdotes de la arquidiócesis de Buenos Aires presidieron las eucaristías diarias, uniéndose así a estas fiestas. En cada homilía se trató como tema uno de los dones del Espíritu Santo. El auge de estas festividades se dió el 22 de mayo y el 23 de mayo. El 22, día propio de la santa, Mons. Alfredo Zecca, Prelado de su Santidad tocó nuestros corazones con altos pensamientos teológicos a respecto de las Tres Personas Divinas y en especial del Paráclito.
El 23 , día de Pentecostés, fue una gran alegría la presencia de Su Excia. Mons. Jorge Casaretto, Obispo de San Isidro, que presidió la eucaristía. Sus palabras de fuego hicieron tomar conciencia de la nesesidad de ser testigos del evangelio, como Santa Julia, y ser misioneros del amor con los hermanos más nesecitados.
Las fiestas terminarán con la misa celebrada por nuestro párroco Mons. Antonio Aloisio, por los sacerdotes y fieles fallecidos de la parroquia.
Heraldos en Argentina - Fiestas Patronales de Santa Julia
Heraldos en Argentina -Misa de Santa Julia
Heraldos en Argentina - Mons. Alfredo Zecca
Heraldos en Argentina - Reliquia
Heraldos en Argentina - Ceremonia del 13 de mayo
Este 13 de mayo, los Heraldos del Evangelio realizaron una solemne ceremonia en conmemoración del 93º aniversario de la primera aparición de la Virgen en Fátima y del 10º aniversario de la beatificación de los pastorcitos Francisco y Jacinta.
La ceremonia fue realizada en la Iglesia Corpus Christi del Monasterio de las Carmelitas Descalzas que se encuentra en la calle Amenábar 450.
La ceremonia inició a las 19 horas. Con la melodía del “Cantate Domino” tocada por la Banda de los Heraldos entró la corona de la Virgen Peregrina y se procedió al rezo del Santo Rosario. Más de 400 personas elevaron esta plegaria a los Cielos con cantos y velas encendidas.
Después del Rosario, la imagen de la Virgen entraba en cortejo para ser coronada por el Padre Alejandro Russo, celebrante de la Santa Eucaristía, mientras la banda de los Heraldos del Evangelio acompañados por el Prof.Gustavo Meiller interpretaron la música Martial Symphony of Belshazzar de G.F.Handel.
La Santa Misa transcurrió en un ambiente de mucha sacralidad, acompañado por las piadosas voces del coro de las hermanas carmelitas que desde la clausura interpretaron hermosas melodías. El P. Alejandro nos ilustró con su predica hablando de la actualidad de Fátima y de la necesidad de que los católicos adhieran con entusiasmo a la Iglesia y al Papa.
Al final de la misa los fieles se acercaron llenos de fervor para venerar la imagen de Nuestra Señora.
Aprovechamos para agradecer a todos los que ayudaron para que esta ceremonia haya transcurrido tan bien. Agradecemos especialmente al P. Alejandro Russo y a las Hermanas Carmelitas, que nos dieron la oportunidad de celebrar a la Virgen de Fátima en este tan conocido Santuario de la Santa Madre Maravillas de Jesús.
Heraldos en Argentina - Santa Madre Maravillas de Jesús
Heraldos en Argentina - Preparando la Ceremonia del 13 de mayo
La mañana del 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima ya viviendo la atmósfera de gracias que se sintió todo este día, se prepararon los hermosos arreglos florales que irían a adornar la Iglesia en la ceremonia que realizarían los Heraldos en esta noche.
Los Heraldos los hicieron con ayuda de algunos colaboradores , a los que Nuestra Señora inspiró para realizar estos lindos arreglos.
Heraldos en Argentina - Preparando los arreglos florales.
Heraldos en Argentina - Trabajando para la Virgen
Heraldos en Argentina - Terminando el arreglo.
Heraldos en Argentina - Una obra de arte
Heraldos en Argentina - Nuestra Señora de Luján
Algunos de los Heraldos tuvimos la alegría de participar de la misa del 8 de mayo, en Luján celebrada por el Cardenal Primado de la Argentina Jorge Mario Bergoglio.
El Cardenal se dirigió a la multitud de fieles diciendo estas reconfortantes palabras:
“Hoy le pedimos a la Madre aprender a ser como el Negro Manuel, silenciosos observadores de la vida y el camino de esta Patria, y a rezar por ella con la fidelidad del pueblo que intuye esta presencia de madre y por eso confía. Somos parte de esta historia del milagro que continúa y se sigue escribiendo. A ella también le pedimos la gracia de saber trabajar por la Patria, hacerla crecer en la paz y concordia que nos da el sentirnos hermanos, desterrando todo odio y rencor entre nosotros”
Heraldos en Argentina - Nuestra Señora de Luján
Este 8 de mayo se celebra el día de la Patrona de Argentina, la Virgen de Luján. A Ella le pedimos que cubra con su manto celeste y blanco, a todo el pueblo de Argentina y le conceda cada vez más una fervorosa devoción a Ella y a su Divino Hijo.
Heraldos en Argentina - Catedral de Luján
Historia de la Virgen de Luján.
A 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires se encuentra la villa de Luján. En 1630 no había en aquel paraje ningún rastro de población y sólo era frecuentado por las caravanas de carretas y las rescuas de mulas tucumanas que bajaban o subían del puerto de Buenos Aires.
Sucedió que un portugués dueño de una estancia, a cuarenta leguas de la ciudad, trató de erigir en ella una modesta capilla dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen. Para esto le pidió a un amigo de Brasil que le envíe una imagen pequeña de la Virgen en aquel misterio. Su amigo le envió dos imágenes en bulto: una que representaba a María en su Inmaculada Concepción y que hoy se venera en el santuario de Luján y otra que tenía en sus brazos al Niño Jesús y ahora es venerada en Sumampa.
Partió entonces de Buenos Aires el encargado de conducir las imágenes. En la tarde del tercer día se detuvo la caravana para pasar la noche y al día siguiente el conductor de las imágenes preparó los bueyes para proseguir el viaje pero éstos no se movían. Colocaron más bueyes, pero todo fue inútil, las dos imágenes estaban en el fondo de la carreta en dos pequeños cajones. Retiraron una imagen y la carreta marchó normalmente. En ese instante comprendieron que estaba ocurriendo algo milagroso. Al ver que la Virgen no quería marcharse se dirigieron a la casa más cercana.
La Virgencita fue dejada en la propiedad de la familia de don Rosendo de Oramas, donde permaneció en una ermita bajo los cuidados del negro Manuel, esclavo cuyo amor por la Virgen hizo que sus patrones lo destinaran al exclusivo cuidado de la imagen.
Como las personas empezaron a viajar al lugar, don Rosendo construyó una pequeña capilla, entre los pajonales de la pampa. En este lugar permaneció la virgen desde 1630 hasta 1674.
De esta forma el paraje se convirtió en una aldea que se llamó Pueblo de Nuestra Sra. de Luján, en 1755 se le otorgó el título de Villa. El 23 de o Historia de la Virgen de Luján.
A 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires se encuentra la villa de Luján. En 1630 no había en aquel paraje ningún rastro de población y sólo era frecuentado por las caravanas de carretas y las rescuas de mulas tucumanas que bajaban o subían del puerto de Buenos Aires.
Sucedió que un portugués dueño de una estancia, a cuarenta leguas de la ciudad, trató de erigir en ella una modesta capilla dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen. Para esto le pidió a un amigo de Brasil que le envíe una imagen pequeña de la Virgen en aquel misterio. Su amigo le envió dos imágenes en bulto: una que representaba a María en su Inmaculada Concepción y que hoy se venera en el santuario de Luján y otra que tenía en sus brazos al Niño Jesús y ahora es venerada en Sumampa.
Partió entonces de Buenos Aires el encargado de conducir las imágenes. En la tarde del tercer día se detuvo la caravana para pasar la noche y al día siguiente el conductor de las imágenes preparó los bueyes para proseguir el viaje pero éstos no se movían. Colocaron más bueyes, pero todo fue inútil, las dos imágenes estaban en el fondo de la carreta en dos pequeños cajones. Retiraron una imagen y la carreta marchó normalmente. En ese instante comprendieron que estaba ocurriendo algo milagroso. Al ver que la Virgen no quería marcharse se dirigieron a la casa más cercana.
La Virgencita fue dejada en la propiedad de la familia de don Rosendo de Oramas, donde permaneció en una ermita bajo los cuidados del negro Manuel, esclavo cuyo amor por la Virgen hizo que sus patrones lo destinaran al exclusivo cuidado de la imagen.
Como las personas empezaron a viajar al lugar, don Rosendo construyó una pequeña capilla, entre los pajonales de la pampa. En este lugar permaneció la virgen desde 1630 hasta 1674.
De esta forma el paraje se convirtió en una aldea que se llamó Pueblo de Nuestra Sra. de Luján, en 1755 se le otorgó el título de Villa. El 23 de octubre de 1730, Luján era instituída parroquia.
Cuando murió don Rosendo, la señora Ana de Matos, propietaria de una estancia ubicada sobre la margen derecha del río Luján, obtuvo en 1674 que le cedieran la imagen, comprometiéndose a construirle una capilla digna.
Repetidas veces la Virgen de Luján –la “Patroncita Morena”– desaparecía del oratorio y volvía a la vivienda de don Rosendo, hasta que las autoridades eclesiásticas y civiles organizaron el traslado en forma oficial y con todos los honores que merecía NuestraSeñora, siendo autorizado oficialmente el culto público de la “Pura y Limpia Concepción del Río Luján”.
El Padre Salvaire presentó al Papa León XIII en 1886, la petición del Episcopado y de los fieles del Río de la Plata para la coronación de la Virgen- El Pontífice bendijo la corona y le otorgó Oficio y Misa propios para su festividad, que quedó establecida en el sábado anterior al IV domingo después de Pascua. La Coronación se realizó en mayo de 1887.
Heraldos en Argentina - San Juan María Vianney
San Juan María Vianney decía sobre las tentaciones.
“Así como un soldado no tiene miedo del combate, así también el buen cristiano no debe de tener miedo de la tentación. Todos los soldados son buenos en la guarnición, mas es en el campo de batalla que se diferencian los corajosos de los cobardes.La mayor tentación es no tener ninguna. Casi que se puede decir que somos felices de tener tentaciones, pues és el momento de la cosecha espiritual en la cual juntamos para el cielo.”