Oratorios de la Virgen de Fátima en San Justo

Oratorio_008-1

Fruto de la Misión realizada el Domingo 8 de agosto en la Parroquia San Roque, este domingo 12 de septiembre inició el Apostolado María Reina de los corazones que consiste en oratorios peregrinos que recorren las familias. En la misa de la tarde el P. Marcelo bendijo los dos primeros oratorios que visitarán en el mes sesenta familias de su comunidad.IMG_8547-1

IMG_8586-1

IMG_8605-1

IMG_8613

IMG_8624-1

Frases de Santos 3

0828-san-agustin

“Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar, te enseña a que hagas cuanto puedes, y a que pidas lo que no puedes”.
San Agustin

santa-brigida-de-suecia

“Has de saber, hija mía, que mis caudales y tesoros están cercados de espinas, basta determinarse a soportar las primeras punzadas, para que todo se trueque en dulzuras.”
Santa Brigida

0s_antonio

“Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo”.

San Antonio de Padua

1-teresa-de-lisieux

“Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.”
Santa Teresa de Liseaux

Lea más Frases:

Frases de Santos 1

Frases de Santos 2

Confesión de fé de grandes científicos

La Hora del Jaque Mate

Publicado 2010/07/29
Autor : Marcelo Rezende Costa

Una partida de ajedrez proporciona al hombre un atrayente reposo y le ayuda a desarrollar el raciocinio. Pero puede también llevarnos a considerar la gran batalla de la vida.

En los lejanos parajes del Oriente, envueltos en misterios y grandezas, con palacios que parecen aflorar del mundo de los sueños, nacía uno de los pasatiempos más interesantes: el ajedrez. Había surgido en la India, según consta, antes de la Era cristiana, y atravesó la amplitud de la distancia y del tiempo: de allí pasó a China, Japón, Corea, también a Persia y Arabia, llegando finalmente a Europa, desde donde acabó por difundirse a todos los países de la Tierra.

Los lances de este duelo trabado por dos “ejércitos” de 16 piezas, sobre un tablero de 64 cuadrados negros y blancos, pueden simbolizar plenamente los combates que cualquier cristiano necesita vencer a lo largo de su vida. A bien decir, cada una de las piezas de este juego es como si quisieran transmitirnos alguna enseñanza para nuestro espíritu.

1.jpg

Situados en la primera línea de batalla, los peones avanzan decididos ante las dificultades de la lucha, dispuestos a cualquier sacrificio, sin dejarse intimidar por las amenazas de los adversarios. Nos dan así ejemplo de cómo debe actuar el cristiano delante de las pruebas en este valle de lágrimas.

El movimiento profundo y rectilíneo de las torres simboliza la integridad del alma del hombre honesto, que toma el camino del deber sin desviarse por nada. Estas piezas nos dan también el ejemplo del holocausto: en la jugada denominada enroque, cambian su posición con la del rey para protegerlo de las amenazas del contrincante, ofreciendo para ello, si es necesario, su propia “vida”.

La presencia de los alfiles, representados por obispos mitrados, nos trae a la mente la importancia de la oración, medio seguro para que el hombre atraviese las más duras pruebas sin dejarse manchar por el pecado. Deslizándose disimuladamente en diagonal, estas piezas traspasan ágilmente las filas del adversario, alcanzando su objetivo.

Capaces de saltar en forma de “L”, los caballos evocan el modo de actuar de los misioneros enviados por la Santa Iglesia a todas las partes del mundo. ¡Qué de obstáculos han de superar en su pugna por conquistar almas para Cristo!

La más versátil, elegante y fuerte de las piezas del ajedrez es la dama o reina. Avanza en cualquier sentido hacia todas las posiciones del tablero, sin que ninguna otra la pueda superar en agilidad o poder. Se asemeja así a la Auxiliadora de los Cristianos, siempre dispuesta a socorrer a quien la invoca en los momentos de peligro o necesidad.

3.jpg

4.jpg

5.jpg

6.jpg

Piezas de ajedrez en marfil de origen alemán, italiano y flamenco (siglos XIII a XVI), Metropolitan Museum of Art, Nueva York.

Sin embargo, todos los lances de defensa o de ataque ocurren en función del rey. Es la pieza clave de este juego, y la lucha por defenderle nos lleva a una hermosa comparación: en el gran “ajedrez” de la vida, el “rey” al que hay que resguardar es nuestra propia alma.

Nos corresponde a nosotros conservar íntegra esta valiosísima pieza, utilizando para ello la perseverancia de los peones, la rectitud de espíritu de las torres, la disposición afín a lo sobrenatural de los alfiles, la agilidad misionera de los caballos y, sobre todo, la fuerza y prontitud de la reina, siempre dispuesta a proteger como extremosa madre a cada uno de sus queridísimos hijos.

Entonces, ¡no perdamos tiempo! La partida ya ha empezado.

Para algunos quizá esté próxima la hora de dar, o de recibir, el “jaque mate”…

Torre de Marfil

Turris eburnea – Torre de Marfil

Publicado 2010/06/18
Autor: Gaudium Press
Sección: Espiritualidad

Bogotá (Viernes, 18-06-2010, Gaudium Press) Después del Diluvio, los descendientes de Noé decidieron hacer una gran torre, tan grande como nunca se había visto, una torre que tocara el Cielo. Pero no con el propósito de crear un monumento para dar gloria a Dios, sino con la orgullosa intención de ser famosos y reconocidos por todo el mundo por la magnitud de esta vasta edificación . Por esta razón, narra la Escritura, Dios mismo castigó su orgullo, confundiendo sus lenguas.

Pero la idea de una torre que uniera el Cielo con la tierra, Dios quiso tornarla realidad de una manera muy diferente y con el único propósito de atraer a los hombres hacia Él para comunicarles más fácilmente su Divino Amor: Esa torre se llama María.

Torre.jpgSi consideramos a la Santa Iglesia como el Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo y al propio Cristo como la cabeza del mismo, fácilmente podremos nombrar a la Santísima Virgen como el cuello de este Cuerpo, y podremos de igual manera elogiarla como el esposo elogia a su esposa en el libro del Cantar de los Cantares, tu cuello es como una Torre de Marfil , que une a Cristo con su Iglesia.

Decía el Papa Juan Pablo II que María es el camino más corto y más seguro para llegar hasta Dios y tomando estas palabras se puede decir que María adquiere esa figura del cuello en el cuerpo humano, pues si Cristo es la cabeza de la Iglesia y la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, bien podemos concluir el papel que le toca a María en esta conjunción entre Dios y su Iglesia, entre el Cielo y la tierra, entre la humanidad pecadora y la Divinidad, tanto más porque Ella es la creatura más perfecta y más cercana a Dios en todo el orden de la creación (excluyendo obviamente a nuestro Señor Jesucristo al ser verdaderamente hombre y a la vez verdaderamente Dios).

En tiempos de paz, maravilla el contemplar a tan excelsa Torre ornada con tan grandes dones dados por Dios, puesto que Él no se escogió como madre a una simple mujer, sino a una Virgen en la cual no existió mancha alguna de pecado; a una Reina, Señora de todo el universo; a la bendita entre todas las mujeres. Su Alba Pureza e Inmaculada Concepción representadas en el marfil, pueden contarse como uno de estos altísimos dones con que Dios decidió honrar a su Madre Santísima.

Bernt Rostad.jpg
Torre de Belén, Portugal Foto: Bernt Rostad

En tiempos de guerra, sin dejar su belleza, pasa a la ofensiva defendiendo de los enemigos a todos los que en ella se refugian. A los pies de tan valiente Torre se realiza la más grande e importante batalla que la Humanidad ha visto jamás, entre los hijos de la Luz y los hijos de las tinieblas, entre la descendencia de la Virgen y la descendencia de la Serpiente, cuya enemistad sentenció Dios en el libro del Génesis, diciéndole a la Serpiente después de maldecirla, pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la de ella, ella te aplastará la cabeza mientras tú te abalanzas sobre su talón .

Dice el Santo Job, la vida del hombre en la tierra es un continuo estado de guerra , y en ella debemos luchar para no perecer bajo las fuerzas del mal. ¿Cómo protegernos en ella? ¡Vayamos a la Torre de Marfil! ¿Quién se nos unirá para destruir a un adversario tan poderoso? ¡Pues Aquella de quien dicen que es más terrible que un ejército en orden de batalla ! Y si no tenemos armas, ¿A quién acudiremos? Corramos hacia la Torre de Marfil, pues ¡Mil escudos están suspendidos en ella y toda armadura de los valientes guerreros !

¡Aunque la Santa Iglesia Católica sea atacada por todos lados y de todas maneras, no será abalada en su infalibilidad y pureza porque tiene como bastión contra el enemigo a María Santísima!

Por Guillermo Torres Bauer

Visite la Agencia

gaudium