En San Pablo, Brasil, cerca del seminario mayor de los Heraldos del Evangelio se encuentra un taller de artesanías en madera y producción de vitrales, que servirán para adornar las iglesias y casas, que los heraldos gracias a Dios están construyendo en diferentes lugares de Brasil y el mundo.
Es una bendición de Dios que todavía haya personas en el mundo que se dediquen a esta excelente labor, pues como dijo el Papa Benedícto XVI en su discurso a un grupo de artistas en el 2009: ”La belleza golpea, pero por ello mueve al hombre hacia su destino último, lo pone en marcha, lo llena de nueva esperanza, le dona la valentía de vivir hasta el final el don único de la existencia”, claro está de la exigencia cuyo fin último es amar a Dios, que es la Belleza absoluta, de quien todas las bellezas de esta tierra no son más que un pálido reflejo.
En la siguiente galería podrán ver imágenes de la visita de un grupo de chicos al taller donde les fue mostrado un poco del largo pero valeroso proceso de armado de vitrales y algunos resultados finales que ya adornan algunas capillas y construcciones de los Heraldos.