Publicado 2011/07/14
Autor: Gaudium Press
Redacción (Jueves, 14-072011, Gaudium Press)
Una vez que el hombre necesita encontrarse con Cristo en la celebración eucarística, cabe proporcionarle las debidas condiciones para que el sacramento cumpla con aquello que significa, de modo provechoso y sensible para el fiel.
Dice la Constitución Conciliar sobre la Sagrada Liturgia Sacrossanctum Concilium:
“Con razón se considera la Liturgia como el ejercicio de la función sacerdotal de Cristo. En ella, las señales sensibles significan y, cada una a su manera, realizan la santificación de los hombres; en ella, el Cuerpo Místico de Jesucristo – cabeza y miembros – presta a Dios el culto público integral.
“Por tanto, cualquier celebración litúrgica es, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo que es la Iglesia, acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no es igualada por ninguna otra acción de la Iglesia” (n. 7).